La Baja y sus Rincones

Todos Santos.

Salimos de La Paz en busca de la brisa del pacifico hacia Todos Santos, para sorpresa estaba igual o peor el calor que en la ciudad. Caminar era un pesar, entrar a las tiendas cerradas un suplicio y sobre todo buscar un lugar donde comer o donde descansar por que no había ninguna corriente de aire. A pesar de esto había que poner buena cara al tiempo, ya estábamos allí, traimos una cámara y ganas de buscar lugares dignos de ser captados por el lente de un aficionado, pero sobre todo la idea era que la familia disfrutara del paseo sobre el calor que hacia.

Primera parada la plaza del pueblo y la iglesia, adornada con motivos del bicentenario, por que ya ven que al centenario ni caso le han hecho en ningún momento, motivos hay muchos según la política.

Mis hijos entraron a la iglesia buscando que ver como para entretenerse, para su mala suerte no encontraron nada, o no se si para mala suerte mia, ahi aprovechamos para tomar unas cuantas fotos, pareciendo turistas en su propia tierra, tomamos algunas y la mas representativa fue la de mi hijo aventando una piedra como canica, haciendo un ruido estruendoso teniendo que retirarnos antes de que una viejita reganona nos hechara al sacerdote o el sacristan.

No hubo mucho eco por parte de la familia asi que fuimos hacia la poza, la cual habia visitado en muchas ocasiones y nunca habia tomado fotos, a caminar se ha dicho, con la humedad del sudor en el cuerpo y las ropas empapadas, un bote de agua para cada quien antes de la caminata no estaria mal, aunque se antojaba mas un cerveza helada y una hielera que llevar, buscar un lugar donde colocar los aposentos y disfrutar del golpeo de las olas, el paisaje y la conversación con gritos incluidos de los ninos que nunca dan tregua a sus padres, creo que todos pasamos por allí en algún momento y algunos otros pasaremos por allí.

Aquí la primera toma de la poza, que cuando nos percatamos no encontrábamos una sola sombra, cansados y algo mas que urgidos por comer y tomar mas agua, la cual ya nos habíamos acabado, teníamos que correr para salir de allí por que amenazaba lluvia, hacia calor y ademas estaban ya de pelos los gordos, y la mujer que no había manera de estar mas. El paseo debía acabarse y buscar un lugar barato en el pueblo para comer. Era mas fácil encontrar una cerveza tirada esperandome en el camino de regreso que un lugar barato, lo barato resulto en $500 pesos del águila. Lo mas sorprendente fue que un refresco costaba $25.00 pesos y no era de 600 ml, era una simple lata. En fin la comida fue una sabrosa pizza repartida entre cuatro moribundos con un refresco cada quien y a buscar un oxxo para completar la llenada del estomago, que aun sentía un vacío tremendo. Mientras me acuerdo mejor les pongo otra imagen de la poza.

En cada paseo por cercano que sea hay muchas cosas que hacer y conocer, se necesita voluntad y esfuerzo, pero sobre todo sentido de aventura en un estado que siempre invita a esto. Esperemos que las próximas salidas, sean con lonche incluido, una para ahorrar dinero por que la situación también nos lleva a ser cuidadosos y ademas para poder tener mejor experiencia. Por lo pronto Todos Santos es una bendición de Dios en las épocas en que La Paz hace un calor infernal, es pues solamente un sitio para descansar y disfrutar. Saludos palomilla.